9 jun 2011

HISTORIA DE SONRISITAS

Hace más de dos años adopté a una perra que nunca tuvo dueño, en realidad ella me eligió, como hacen los perros de la calle con inteligencia y mucho amor se van apropiando de tu corazón. Esta perra estaba desde que había nacido en el club de campo las perdices, donde yo me estaba construyendo una casa. Sobrevivía con las sobras de los albañiles, le calculamos que vivió en plena libertad poco más de un año. Era además la vigía nocturna de la guardia. Hicimos un pacto con la guardia, el dueño del emprendimiento y nosotros (mi marido y yo) que iba a hacer la perra del club. Edu y yo la castramos, vacunamos, desparasitamos. La llevábamos a bañar una vez por semana, tenía su pipeta etc., pero era la dueña absoluta de su libertad. Cuando llegábamos a casa los viernes ya estaba esperándonos o estaba en la casa de "los tíos" ya que otros vecinos se enamoraron de sonri (es así como la bauticé, porque estaba siempre alegre y parecía que sonreía). Cuando estábamos, caminaba conmigo o trotaba a mi lado, iba al campo del golf y le alcanzaba las pelotitas a mi marido, dormía en casa, iba a ver a sus amigos y volvía. Los niños del club la conocían y era un festejo ver como se relacionaban. Ella vivió como dije casi dos años así con nosotros y la gente de buena voluntad del club (que es mucha), tenía su collar rojo e identificación, no queríamos traerla a vivir a Buenos Aires con nosotros ya que se estresaba mucho (hicimos la prueba y estuvo un día sin hacer pipi) y esta experiencia estaba saliendo bien, le respetábamos su hábitat y ella vivía cuidada en comunidad. Quiero decir que la amábamos profundamente, nos hizo muy felices a todos, aclaro que había otros perritos en la guardia que nosotros también alimentábamos. El 25 de febrero, estando "sonri" en la casa de un vecino ya que nosotros fuimos a cenar afuera, dos vecinos que odian a los perros hicieron una racia y "se cargaron" a todos los perros del club y con ellos a Sonrisitas. Estamos desvastados, la tristeza es inconmensurable. La buscamos por todas partes, pero no la hemos hallado. Ellos dijeron que tiraron a los perritos en Moreno. Dios se apiade de estas almas. Gracias por escucharme. Hay gente que no puede ver la felicidad y la armonía en otras almas

Adriana

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